La Risa Aquí y Allá, Ahora y Hace Tiempo | Parte 9, 1979
El Humorismo Ataca Duro a los Políticos, Serie La Risa Aquí y Allá, Ahora y Hace Tiempo Por Arturo Yépez-Pottier
Arte Cultura y Entretenimiento | Redacción/ Escrito por Javier Martínez | Visit [a] TintaADiario en Facebook

La Risa Aquí y Allá, Ahora y Hace Tiempo | | Noveno y ultimo de una serie | Lee octavo articulo de la serie
El Humorismo Ataca Duro a los Políticos
Por Arturo Yépez-Pottier | lunes 1 de octubre de 1979
La realidad económica era motivo de constante preocupación para estas revistas.
En su edición del 3 de febrero de 1917, Juan Bobo publicaría un raro editorial firmado por Luis Lloréns Torres, donde el poeta hace un emotivo llamado a los políticos para que den prioridad a la solución del hambre en Puerto Rico, y posterguen la discusión del status.
El editorial intitulado: Por Encima de Todo, comienza con estas palabras:
“Hay algo que está por encima de las ideas de independencia ,y estado, por encima de todos los ideales políticos. Algo que es anterior y superior a la patria. Algo sin lo cual la patria no puede existir. Ese algo es el pan del pueblo. El pan nuestro de cada día”.
Pero donde en realidad estas revistas se sentían como pez en el agua era en la política de día y a día.
Con un escepticismo connatural al género criticaban la politiquería, el oportunismo, y la lucha por el poder.
El Carnaval en su número del 15 de julio de 1917, dedicado a las elecciones, saca una caricatura con el título “Antes y Después”. En “Antes” el político aparecía compartiendo su caballo con el campesino votante.
En “Después» (de las elecciones) el mismo político seguía de largo haciendo caso omiso al pon que le pide el mismo campesino.
Las críticas contra el régimen norteamericano también se dejaban sentir en caricaturas y en. artículos tales como el titulado “Americanismo”, una velada sátira de El Carnaval contra la ciudadanía obtenida por Puerto Rico el dos de marzo de 1917.
Haciendo mención a “lo grande que es todo lo del Norte», el artículo apunta: “Desde el 2 de marzo automáticamente han crecido nuestros cuerpos por lo menos medio pie, han crecido nuestros pies por lo menos medio metro, y nuestros arroyuelos ya no murmuran, sino gritan”’
Las revistas satíricas solían ensalzar a un determinado político tal como en el caso de Florete que en su edición del 8 de abril de 1939 anunciaba con gran fanfarria la inscripción del Partido Popular de Muñoz Marín. O vituperarlos… tal como el Diluvio en su edición del 2 de diciembre de 1947 cuando enfáticamente declaraba culpable a Muñoz Marín “de haber engañado a la masa puertorriqueña”, afirmando que “El Vate tiene la culpa de los sinsabores que sufre y que de ahora en adelante sufra nuestra comunidad que serán cada día peores». El editorialista no le perdonaba al líder el que éste “hubiera dado la espalda a todas las consignas y todas las promesas cuando dijo que “la independencia estaba a la vuelta de la esquina y propiciaba un retraimiento electoral».
Pero, aún no hemos contestado la segunda interrogante que nos planteábamos al principio: a qué se debe la carencia de revistas de este género en las últimas tres décadas.
De acuerdo a Pont Flores las razones son puramente económicas: “Las agencias de publicidad aparentemente temen que sus clientes se anuncien en revistas donde se tocan asuntos políticos”, afirma
Por su parte Carmelo Filardi, que también colaboró en caricaturas en El Diluvio a principios de la década del 30, atribuye la ausencia de estas revistas a un desinterés del público . “La gente de antes leía más. mientras que ahora se contestan con mera información en vez de crítica”.
Sin embargo. Osiris Delgado, presidente del Ateneo Puertorriqueño considera que las revistas satíricas, en su gran mayoría, respondían a un pensamiento crítico de raigambre liberal y revolucionario que se identifica con el Partido Popular. “Tras la victoria eleccionaria del 1942 los floretes quedaron reducidos a objetos de vitrina”, apunta.
Manuel Méndez Ballester parece coincidir con el anterior criterio Cuando manifiesta que “con la subida de Muñoz Marín al poder, enmudeció la sátira política debido a que los escritores que habían combatido los mismos males sociales desde la oposición junto a Muñoz Marín enfundaron la pluma dando por cumplida su misión”. Y agrega, “es una lástima que haya sido así, ya que todo poder político es susceptible a la corrupción”.
Estamos de acuerdo. Es deplorable que la gran tradición sentada por estas revistas se haya interrumpido. De acuerdo a Washington Lloréns, en Puerto Rico existe una vena humorística innata de gran valía. Explica el catedrático que los pueblos comienzan primero con la literatura poética y llegan al humor sólo cuando han alcanzado su total madurez, “En Puerto Rico se dio el caso que nuestros primeros literatos fueron todos consumados humoristas».
Una ojeada a las revistas satíricas de Puerto Rico es una valiosa y vivida excursión educativa a través de más de cien años de la historia de Puerto Rico, sus gentes, sus costumbres, su acontecer diario. Desde las célebres pugnas entre el «liberalísimo” Don Severo Canta Claro y el «muy conservador” Don Cándido, en 1873, a las proféticas exhortaciones de El Diluvio, en 1931, para que “de una vez por todas se esboce una política de desarrollo del turismo”.
Desde las valientes defensas en pro de una prensa libre por parte de El Buscapié, en la década de 1880, hasta el oportuno llamamiento de Chispazos en las elecciones de 1976 para poner un alto “al ataque personal desde las tribunas políticas que llevan las campañas a los más bajos niveles”.
Pero Don Simplicio, en su editorial del 27 de octubre de 1872, parece resumirlo todo al enfatizar la función primordial de entretener que tiene la prensa satírica. Refiriéndose a lo complicado de la situación política de la Isla en ese año, no promete solución alguna pero sí insta a los lectores a que se sigan suscribiendo y exclamen con júbilo:
“¡Albricias! ¡Cuánto nos hemos divertido…y casi por nada, por doce reales cada trimestre!”
Calce de las imágenes en el reportaje
- Antes de las Elecciones | Después de las Elecciones | El tema obligado de nuestras revistas satírico-humorísticas era la política. En su edición del 15 de julio de 1917, el Carnaval publicaba esta caricatura con la que expresaba su suspicacia en contra de los candidatos y sus promesas. (Cortesía de la colección del Ateneo Puertorriqueño)

Arturo Yépez, Caricaturista, musicólogo y periodista Chileno-Argentino y Puertorriqueño por destino, de padre publicista, madre artista y caricaturista. Yepez se mudó a República Dominicana, donde trabajó en publicidad, y luego a Nueva York (1958-1968), donde colocó cartoons en revistas de humor de la época ( Cracked, Reader’s Digest, Best Cartoons of the year 1964, The New York Times Book Review y Wall Street Journal), laboró en American Times y editó Caricatour, una revista de sátira política.
Establecido en Puerto Rico desde 1968, trabajó en el diario San Juan Star, en Associated Press internacionalmente, como oficial de prensa de la Telefónica y fue caricaturista editorial de El Vocero (1991-2015), El Mundo (producción de Ay Bendito Dominical 1988-) y Caribbean Business. Iniciador de los salones de humorismo junto a Antonio Molina y cofundador de la Asociación de Caricaturistas de Puerto Rico, de la cual a sido Presidente en varias ocasiones y gestor de exhibiciones en y fuera de Puerto Rico, ha recibido diez premios del Overseas Press Club, cinco de la Asociación de Fotoperiodistas y la Medalla Carmelo Filardi de la UNESCO por su trayectoria.
Yépez es autor de Humor a quien humor merece: La sufrida y valiente historia de la sátira política en Puerto Rico, libro importante, de los pocos que documentan el humor gráfico y la sátira en nuestra isla, también publicó en 2021 Mis 100 mejores: una selección-celebración de 60 años de caricaturas, una antología que incluye caricaturas censuradas. Desde 1968 ha dictado en distintas décadas conferencias sobre humor gráfico en Puerto Rico, Argentina, Nueva York, la Universidad de Alcalá y otros, ha publicado reportajes en los diarios sobre humor como La Risa Aquí y Allá, Ahora y Hace Tiempo (1979), serie de nueve reportajes publicados cada día por una semana en el diario El Mundo, ha laborado como profesor en Universidades y en la Liga de Arte, impartiendo cursos sobre caricatura y regenta su propia Agencia de Publicidad o de relaciones públicas llamada Comunicación Positiva.
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Se pueden incluir imágenes de perfiles en Facebook, la red y otros medios. son utilizadas para ampliar la experiencia del lector. Javier Martínez es artista multidisciplinario de Puerto Rico