Alex Schomburg, Mr. Imaginación
Alex Schomburg, Mr. Imaginación, El dibujante e ilustrador aguadillano brilló en el campo de la ciencia ficción, Escrito de Jorge L. Pérez
Arte Cultura y Entretenimiento | Redacción/ Escrito por Javier Martínez | Visit [a] TintaADiario en Facebook
Mr. Imaginación: El dibujante e ilustrador aguadillano brilló en el campo de la ciencia ficción.
5 de mayo de 2013 | El Nuevo Día | Por Jorge L. Pérez
En los años treinta, Alex Schomburg, quien luego se convertiría en uno de los ilustradores y dibujantes más cotizados del mundo de los cómics, revistas y novelas de ciencia ficción, trabajaba en una compañía que se encargaba de preparar el material promocional de las películas de Hollywood, incluyendo los afiches y los avances que se proyectaban en los cines.
Las oficinas estaban en pleno Manhattan, recordó Schomburg en una entrevista de 1993, cuando tenía 88 años de edad, “y a la hora del almuerzo solíamos subir a la azotea, todos con binoculares, para ver cómo se soleaban en una azotea cercana unas chicas que eran bailarinas de los musicales de Broadway”.
Las chicas no le dejaban nada a la imaginación, pero, para ser sinceros, Schomburg ya tenía imaginación de sobra.
En esos años treinta, el hombre, que había iniciado su carrera como artista comercial junto a sus hermanos, pasó a hacer ilustraciones para algunas revistas de historias de aventuras.
Entonces, a principios de los años cuarenta, Schomburg se convirtió en un colaborador regular de Timely Comics, la empresa que años después se transformaría en Marvel, la nave matriz de toda la industria de los cómics de superhéroes.
Con Timely Comics, Schomburg se destacó principalmente como dibujante de portadas, y entre sus ‘clientes’ se hallaban héroes como el Capitán América, el Avispón Verde (Green Hornet), la Antorcha Humana y otras figuras de la compañía.

Su característica como dibujante era clara: un magistral dominio del pincel y del air brush, y mucha acción, llenando la página al máximo de figuras heroicas, pistolas, cuchillos, explosiones y, en especial, de bellas damiselas con escasa vestimenta, en situación desesperada y pidiendo auxilio.
En total, se cree que Schomburg, quien solía firmar como Xela, ilustró entre 500 y 600 portadas durante la llamada época de oro de los cómics. Posteriormente en los años cincuenta derivó hacia las portadas de revistas y libros de ciencia ficción, incluyendo la célebre serie de novelas juveniles, Winston.
Con el tiempo, numerosas de sus ilustraciones ‘inspiraron’ al cine de ciencia ficción, entre ellas una en la que figura la cabeza de la Estatua de la Libertad enterrada hasta el pecho, imagen cuya aparición al final de El Planeta de los Simios provocó que Schomburg expresara: “Me la robaron”.
Ya para los años sesenta se había convertido en una leyenda en su campo, obteniendo un premio tras otro –incluyendo un premio Hugo (el Oscar o el Nobel de la ciencia ficción) en reconocimiento a toda su carrera– hasta el extremo de que en 1967 fue reclutado como asesor por el director Stanley Kubrick cuando este se preparaba para filmar 2001: A Space Odyssey.
BORICUA DE PURA CEPA
El punto es que este artista formidable, aunque perteneciente a un campo popular en el cual por lo general no se reconocen a los grandes artistas, era netamente puertorriqueño.
Nacido en Aguadilla el 10 de mayo de 1905 –hoy sábado hubiese cumplido 110 años–, Alejandro Schomburg y Rosa era el menor de una familia de seis hermanos y una hermana.
De acuerdo con la iluminadora página pulpartists.com, especializada en destacar los logros de los dibujantes populares, su padre, Guillermo Schomburg, ingeniero civil y agrimensor, era puertorriqueño de ascendencia alemana, mientras que su madre se llamaba Francisca Rosa.
En fin, se trataba de una familia pudiente que tenía varios sirvientes y vivía en el número 50 de la calle San Sebastián, en el Viejo San Juan, y que tenía una segunda casa en Aguadilla.
Pero Alex quedó huérfano a los seis años de edad y, según le contaría a su nieta, Susan Schomburg, por un tiempo fue a vivir en casa de un pariente lejano –el cónsul de Alemania en Puerto Rico, Federico Schomburg–, luego en casa de una tía que también vivía en el Viejo San Juan y, por último, en el orfelinato de la Parada 3.
El 4 de diciembre de 1917, Alex viajó a Nueva York en el barco llamado Coamo, acompañando a uno de sus hermanos, Frederick, para unirse a sus dos hermanos mayores, que habían viajado antes y vivían ya en Harlem.
Seis años después, los cuatro hermanos fundaron su propio estudio de arte, en el cual Augusto y Alex eran los artistas, dibujando afiches y letreros, entre otras cosas.
Los hermanos vendieron el negocio en 1928 a una compañía que fabricaba diapositivas, y esta a su vez contrató a Alex para que trabajara con ellos, cosa que él hizo hasta que, en 1929, se unió a la National Screen Service, donde se dedicó a preparar anuncios para los cines durante los próximos 15 años y donde, según diría después, “verdaderamente aprendí mi oficio”.
A fin de cuentas, logró una fama tan extendida en los ámbitos de la ciencia ficción que STAN LEE, una de las máximas figuras del género como escritor y editor, además de haber sido presidente de Marvel Comics, una vez llegó a decir: “Siempre he creído que Alex Schomburg fue para el mundo de los cómics lo que Norman Rockwell para el Saturday Evening Post. Era totalmente único, con un estilo inconfundible. Uno nunca confundir una portada de Schomburg con la de cualquier otro artista…”.
“Él nunca regresó a Puerto Rico”, me escribió recientemente Susan Schomburg, quien reside actualmente en Beverly Hills. “Recuerdo que él mencionaba a veces el deseo de visitar la Isla otra vez, pero desgraciadamente eso nunca ocurrió, aunque sé que su hermano Augusto y su sobrina Carmen sí volvieron de visita”.
Pero, claro, con su imaginación, de seguro Alex Schomburg, quien murió en Hillsboro, Oregon el 7 de abril de 1998, regresó a la Isla en infinidad de ocasiones.
Se pueden incluir imágenes de perfiles en Facebook, la red y otros medios. son utilizadas para ampliar la experiencia del lector. Javier Martínez es artista multidisciplinario de Puerto Rico